Un nuevo comienzo- cap 9

Phineas bajo con un mal humor al comedor, al llegar se sentó al lado de Isabella, esta solo le sonrió mientras que comía su huevo y su pan tostado, disfrutando del sabor de cada alimento.


El pelirrojo se relajo un poco al ver a la chica comer tranquilamente y sonreírle, su sonrisa lo calmaba de inmediato; al probar por primera vez la torta de huevo, se dio cuenta de que ese no era el sazón de su mamá, pero que sin embargo era delicioso.


-Wow, mamá esta vez sí que te luciste, te quedo exquisito-exclamo sonriente mientras que miraba a su madre con una sonrisa, pues no pensaba que alguna otra persona haya cocinado.

-Oh, yo no lo hice cariño, lo hizo Isabella, es una excelente cocinera ¿no crees?-la aludida se encogió en su lugar, avergonzada, mientras que Phineas volteaba a verla con mas alegría.

-Sí, definitivamente una buena cocinera-reafirmo mientras que la chica adquiría un tono carmín en sus mejillas.

-Gracias, pero no es para tanto- les contesto la morocha algo nerviosa por la mirada que le mandaba el pelirrojo, pues era una mirada muy dulce, casi se podría decir que profesaba ¿amor?, no de seguro, lo imaginaba, eso no podía ser, eran alucinaciones suyas.

Ferb bajo y rápidamente se encontró con la escena que le hubiera gustado no ver, una pelinegra sonrojada y a un pelirrojo con una mirada y sonrisa dulce, decidió interrumpir ese momento.

-Buenos días-saludo cortésmente.

-Buenos días-le respondieron todos al unisonó alegremente, excepto por Phineas que había usado un tono neutro.

-Valla, este desayuno se ve exquisito- y al decir esto último, probo un bocado y reconoció el sazón de la ojo azul.

-Valla Isa, te quedo fantástico- le dijo mientras que le sonreía y esta volteaba a su dirección sonriendo también.

-Gracias

-Así que tu ya habías probado la comida de Isabella ¿no hijo?- le pregunto el hombre castaño, mientras que trataba de iniciar un tema de conversación.

-Por supuesto que sí, su comida es sensacional, muchas veces nos hemos quedado hasta tarde haciendo proyectos, por lo que varias veces ella ha cocinado para ambos- les respondió mientras que miraba  a su hermano con otra sonrisa victoriosa.

El chico de cabeza triangular solo pudo fruncir el ceño, pues por un momento había pensado que había sido el primer chico en probar la comida de la adolescente, y que su hermano la hubiera probado antes que él, le causaba un gran coraje en su ser.

Así que sin más, se volteo y empezó a comer de una forma más rápida, no quería estar en la presencia de su hermano, no por ahora que reía alegremente con su Izzy.

Cuando estaba a punto de retirarse, la pelinegra lo tomo del brazo- Phineas, antes de que te vayas, te quería preguntar, si tu quisieras dar una vuelta conmigo, seguir con el tour, es decir Ferb está bastante cansado con el viaje, así que pensé que te querrías quedar a descansar-le dijo la chica mientras que se volteaba a la peliverde a verlo por breves segundos para después dirigir su mirada una vez más al pelirrojo.

-¿Entonces, que dices?, también quería ver si me ayudabas a encontrar un trabajo.

-Por supuesto, me encantaría seguir con el tour por la ciudad.

-Genial, entonces en ¿una hora más?

-Claro- ahora era Phineas el que veía  a su hermano con suficiencia, con victoria, mientras que el británico solo podía fruncir el ceño,  y dirigirle una mirada furiosa.

Ambos adolescentes se levantaron de la mesa, Isabella para lavar los trastes y Phineas para ir a su cuarto, quien curiosamente decidió cambiar de opinión y ayudar a la chica en su tarea.


-Bien chicos nosotros saldremos por una semana, iremos a un viaje de pareja- les comunico Linda, mientras que miraba a los tres adolescentes- mientras tanto en nuestra ausencia, quiero que se ayuden en las tareas del hogar, que se las repartan y que si se les ocurre hacer una fiesta, que limpien y orden todo, ¿está claro?.


-Si-contestaron los tres jóvenes mientras que sonreían.

-Bien, nuestras maletas están empacadas desde ayer, así que ahora mismo nos iremos- siguió el hombre castaño.

Ambos adultos, subieron las escaleras, para después en unos minutos bajar con cinco maletas en total, salir, subir al coche y despedirse solo con la mano, dejando a los tres chicos, solos.
-Bien, es lo normal en mamá y papá, ¿no crees Ferb?

-Sí, es lo normal-le contesto este, olvidándose ambos por un momento de su “pequeña” enemistad.
- Bien creo que los tres debemos de lavar los trastes- empezó el peli verde, sin dejarle una oportunidad al pelirrojo para que pasara tiempo a solas con la chica.

Lamentablemente su plan se frustro pues su celular sonó de repente, haciendo que contestara, algo molesto,

-Bueno, ¿Qué pasa Baljeet?... ¿De verdad, es muy importante?...ok entiendo, voy para allá-el ojo azul, suspiro con frustración, su plan se había estropeado.-Bien, Baljeet acaba de llamarme, diciendo que tiene una emergencia y que solo yo puedo ayudarlo, así que lamentablemente los tendré que dejar a los dos solos- esto último lo dijo desanimado.

El chico de cabeza triangular sonrió, al igual que la chica.

-No te preocupes, Ferb, estaremos bien-le dijo la chica.


Ferb se acerco a ella y la abrazo, gesto que la pelinegra acepto gustosa, y que hizo que el pelirrojo solo se enfureciera, y justo antes de irse, el peliverde hizo que su querido hermano, sufriera un disgusto más, le dio un beso en la mejilla a la morocha y se alejo con tranquilidad mientras que le sonreía, para después salir.


Y el efecto que causo en el chico de cabeza triangular, fue el deseado, se había enojado demasiado, tanto que sus puños, se estaban tornando de un tono blanco de tanto apretarlos, ¿que no se suponía que su hermano le ayudaría con Isabella?, eso se suponía que haría, ese había sido su trato.


No entendía porque su hermano afirmaba no sentir nada de amor por la chica si demostraba lo contrario, se notaba que si la quería y no precisamente como a una hermana, la quería como algo más, y le molestaba, le molestaba enormemente ese hecho, no podía competir contra su propio hermano ¿o sí?, la respuesta era si, el lucharía contra su hermano, solo para ganara a la chica que al ver por primera vez, le había robado el corazón.


La anterior pregunta que se había hecho, sobre si su hermano sentía cariño o amor por la chica, había sido respondida desde hace un momento, su hermano sentía amor por la mexicana, ¿Por qué?


Por el simple hecho de que, actuaba de una manera distinta con ella, el nunca había actuado así con nadie, ni siquiera con Vanessa, nunca le había visto aquel brillo en los ojos, porque si, Ferb, tenía un brillo en los ojos cada vez que veía a Isabella, siempre sonreía, siempre reía estando a su lado, su actitud cambiaba al estar cerca de ella, eso todos lo observaban y esto le preocupaba de sobremanera.



Por otro lado estaba Ferb, que no dejaba de pensar en Isabella, si era su hermanita aunque ahora empezaba a dudar sobre si de verdad solo sentía cariño por ella, ¿era algo más?


No, no podía ser cierto eso, era novio de Vanessa y la quería mucho, sin embargo desde que conoció a la morocha solo pudo pasar buenos momentos a su lado, paso risas, locuras, momentos que solo le traían felicidad, y si lo ponía en una balanza, se daba cuenta de que con Vanessa no era lo mismo, con Vanessa no había pasado solo alegrías, había pasado tristezas, depresiones y muchas situaciones que la orillaban a que Isaeblla le ganara por mucho.


En el recorrido que estaba tomando de su casa a la del hindú, pudo reflexionar; de verdad que él nunca se había comportado de esa manera con su hermano, y que lo haya hecho y más por una chica, lo confundía, de verdad quería a Vanessa, o ¿quería a Isabella?, no lo sabía, ahora más que nada, estaba confundido, pero a quien contárselo, su hermano, por supuesto que no, el solo lo convencería de que amaba a Vanesa y él se quedaría con Isabella y el no lo iba a permitir.
Y ahí estaba otra vez el sentimiento, el sentimiento de coraje, de celos, de enojo, enojo hacia su hermano, sentimientos que creyó que jamás tendría.


Su única opción era Isabella, pero no se lo podía decir ¿o sí?


Soltó un sonoro suspiro, cargado de enojo, frustración, confusión y un sinfín de emociones más, de verdad que volver a Danville, no había sido una buena opción, solo hizo que se confundiera y que ahora peleara con su hermano.


Isabella era ajena a toda la situación que se estaba disputando entre los dos hermanos, no tenía ni idea de lo que ella ocasionaba en ambos chicos, no se le pasaba por la cabeza tal situación, de ninguna forma, ella solo estaba empezando a preocuparse por las mariposas en su estomago hacia cierto pelirrojo, pero también estaba la alegría que le hacía sentir el peliverde, ¿qué le ocurría?
No lo sabía pero tampoco lo quería averiguar, no sabía si enamorarse del chico ojiazul que acababa de conocer, no quería correr riesgos, no quería enamorarse y al final decepcionarse, pensó que lo mejor sería dejar las cosas fluir, que las cosas tomaran su rumbo por si solas.


Ya no necesitaba el consejo de Ferb, a su parecer; y se dio cuenta de cómo había cambiado de decisión: primero en la noche antes de dormir había decidido pedirle su consejo a primera hora de la mañana, y después cuando se levanto por fin, había decidido hablar con él en la noche, ella no era de cambiar de opinión tan rápido ¿Qué le pasaba?


Ella no era una chica indecisa pero algo tenía esa casa que no la dejaba pensar con claridad, quizá era porque en ningún momento estaba sola, quizá porque la presencia de ambos chicos la hacían dudar, quizá porque con los dos se sentía segura, quizá porque con los dos sentía solo alegría, quizá porque por los dos sentía amor.


CONTINUARA