Atrapada en un cuento de hadas-cap 2

-¡¡Que!! ¡Como que la golpeaste!-le dije sorprendida por la noticia – ¿Por qué? Qué te pasa- luego de decir eso, lo golpee en el hombro

-Auch, primero escúchame, se que aun así te enojaras, si no es que mas, conmigo, pero déjame explicarte como paso todo-Me contesto mientras que me tomaba de los hombros y me miraba directo a los ojos con una mirada suplicante mientras que yo le devolvía la mirada realmente molesta, nunca creí que Ferb sería capaz de algo así, me tomo por sorpresa.

-Está bien, cuéntame-le anime a que empezara el relato mientras que suavizaba la mirada y comenzaba a ensamblar algunas piezas del invento al igual que el.

-Veras ayer que salimos a nuestra cita…

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Decidimos ir a comer a un pequeño restaurante que acababa de abrir sus puertas hace no más de una semana.

Entramos mientras que platicábamos y tomamos asiento en una mesa que daba vista a la calle, y entonces lo vi, vi a Monty, su ex novio, al parecer el fue a cenar a ese pequeño restaurante también, solo, Vanessa no lo vio, ella estaba hablando sobre el platillo que escogería, sin embargo yo estuve intranquilo conforme el tiempo avanzaba ya que no quería que se encontraran, no soy muy celoso, pero ver a su ex de verdad me causaba una gran molestia.

Entonces sucedió lo que no quería, se encontraron, ambos se vieron y entonces Monty se acerco a Vanessa y la saludo, ella le regreso el saludo aunque algo molesta con su presencia.

-Vanessa, verdaderamente no creí encontrarte aquí y menos con un niño- le dijo su ex, mientras que me miraba y hablaba con verdadera sorpresa.

-Si, a mí también me parece algo extraño encontrarte por aquí, hace tiempo que no hablamos, y te pido por favor que no le digas a Ferb, niño, ya que no lo es, el es…

-Te entiendo es tu amigo y te molesta que le diga niño, no te preocupes no le diré así- siguió Monty diciendo interrumpiendo a Vanessa.

-No es mi amigo, es mí…

-Lo que sea Vanesa, dime ¿Por qué no salimos el próximo sábado?, hay tantas cosas de las que quiero hablar-Nuevamente no la dejo terminar y siguió hablando, yo me mantuve al margen aunque con una clara expresión de molestia en mi cara.

-Claro que no, como se te ocurre invitarme a salir, tú y yo terminamos hace mucho Monty.

-Lo sé, y me arrepiento de nuestra ruptura, no he dejado de pensar en ti y ahora que te veo, quiero pedirte que me des una segunda oportunidad-le dijo mientras que se acercaba más, yo me empecé a levantar de mi asiento para golpearlo en cualquier momento.

-Lo siento pero perdiste conmigo toda oportunidad, además yo….

Y entonces ocurrió algo que me destrozo, en la tomo por los hombros y la beso, ella había intentado explicarle nuestra relación, pero Monty no se lo permitió, me puse mas furioso de lo que ya estaba, me acerque para golpearlo, pero entonces vi como ella dejaba de alejarlo, para empezar a corresponderle, me sentí fatal.

No podía creer que Vanessa siendo mi novia, ahora se estuviera besando en mi cara con su ex.

Me di media vuelta y comencé a avanzar a la salida y entonces escuche un fuerte golpe, un golpe que resonó en todo el lugar, y que fue directo contra la cara de alguien, no me gire, seguí avanzando, con cólera dominándome en ese momento, sentí como apretaba mis puños llenos de coraje, luego sentí una mano sujetar fuertemente mi brazo.

-Perdóname, de verdad perdóname, no sé que me paso cuando le correspondí, yo no quería, sabes que al único que quiero es a ti, por favor perdóname cariño.- me empezó a decir Vanesa con voz realmente arrepentida, que sin embargo en ese momento me parecía una simple actuación.

Y en vez de tranquilizarme, mi furia aumento, como se le ocurría decirme aquello después de lo que vi, apreté los puños aun mas, tratando de contenerme, hasta que la palabra “cariño” llego a mis oídos y fue la gota que derramo el vaso.

Me voltee encarándola y entonces no fui consciente de mis actos, la golpee y le di un puñetazo en la cara, en su ojo derecho para ser exacto, en el instante en que aleje mi puño de su cara, me arrepentí, vi como ella empezaba a llorar y su cara pasaba de la preocupación a la tristeza y furia.

Me arrepentí de lo sucedido, ¿Qué había hecho? Había golpeado a la mujer que mas amaba, la había golpeado y lo peor la marca se mostro de inmediato, torturándome ante el hecho de lo que le había hecho y sabia que no era el golpe lo que le dolía y lo que tardaría en sanar, si no la acción y mas por quien la había hecho.

-Lo lamento, Vanessa, yo no, no sé que me paso, perdí la calma y no me controle, por favor mi amor, perdóname- le rogué mientras que trataba de acercarme a ella.

Sin embargo ella se alejaba.

-No Ferb, lo que hiciste no se arregla con un simple perdón, se que lo que yo hice no estuvo bien, pero me di cuenta de mi error y trate de remediarlo, se que tal vez no fue suficiente, pero no tenias porque golpearme así, y créeme que esto no se arregla tan fácilmente.

-No, Vanessa de verdad, yo no quería, de verdad que no, entiéndeme me descontrole, perdóname de verdad- empecé a llorar sin ocultar las lagrimas, estaba arrepentido, demasiado arrepentido.
-Hablaremos luego, Ferb- Me contesto mientras que mantenía su pose de seguridad aun con las lágrimas en sus ojos y se daba  la vuelta para regresar a su casa.

Quería detenerla, de verdad que quería, pero algo dentro de mí, me aconsejo que no lo hiciera, que si lo hacía todo empeoraría, que hablaría con ella mañana, así que me di la vuelta en dirección contraria a ella mientras que mis lágrimas seguían cayendo.

Llegue a casa y encontré a Phineas, dormido y tan tranquilo en su cama que no quise molestarlo, así que me encamine a la habitación de huéspedes y ahí pude soltar todo el llanto que tenia, trate de llamarle pero no funciono, ella simplemente me colgaba de inmediato, le deje mensajes y ninguno lo respondió.

Ya no importaba lo que ella había hecho, estuvo mal, si pero supo remediar el error y me había pedido perdón sin embargo yo no actué con la cabeza y termine hiriéndola y esto no lo podía remediar así como así.

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Cuando termino de relatarme lo sucedido, le di un par de golpes en la cabeza, y otros más en los brazos, y con la fuerza que tenía esperaba que le dolieran.

-Auch, Isa, se que hice mal, pero ya no me golpees me haces sentir peor.

-Lo siento, pero es que lo que hiciste estuvo mal, no digo que lo que ella hizo estuviera bien, pero tú te pasaste y mucho.

-Lo sé, no me lo tienes que recordar, dime que hago- vi como suspiraba frustrado mientras que juntaba algunos cables mientras que suspiraba triste.

Habíamos hecho más de la mitad del proyecto, por lo que decidí dejarlo por un rato, me gire hacia él y comencé a decirle.

-Bien, creo que ahora que ambos estan más calmados deben de hablar, déjala hablar,  escúchala, arreglen y solucionen el problema como pareja y no pierdan los escrúpulos, por favor.

-Creo, creo que tienes razón, gracias-luego de decir esto último, me abrazo, se acerco a mí y me envolvió en un abrazo al cual yo correspondí, mientras que lo animaba.

-Animo, todo se arreglara-le dije al oído para después romper el abrazo.

-Gracias.

-Anda ve, tienes que ir de inmediato a arreglar todo, yo arreglare lo que falta.

-Gracias hermanita, de verdad gracias, necesitaba que alguien me escuchara y aconsejara, de verdad gracias

-Ya sabes que para eso estoy- le respondí mientras que le sonreía.

-De nuevo, gracias.

Me dijo para volverme a abrazar y darme un beso en la mejilla para después salir corriendo en dirección a la casa de Vanessa

-Suerte- susurre, me aligeraba que quiera arreglar las cosas, solo espero que Vanessa acepte sus disculpas, claro que también un golpe no estaría de mas

Luego de varios minutos termine de arreglar la parte de afuera de la maquina, estaba un tanto distraída pensando en lo que podría pasar con Ferb, me dejo en verdad preocupada.

-Está todo bien Izzy-me dijo Phineas mientras que ponía un brazo en mi hombro.

-Claro que sí, todo esta excelente- le conteste sonriente, aunque no fuera cierto-solo estaba distraída.

-Bien hora de probar esta máquina- nos dijo Buford a nuestras espaldas, mientras que nos apresuraba.

Regresamos con él y contemple la maquina terminada, era como una casa en miniatura, el frente era como un castillo, de color dorado con bordes plateados, claro que esto no era ni oro ni plata de verdad, mientras que al lado de ella, había una pantalla que nos mostraba como era aquel cuento de hadas con nosotros como protagonistas.


El primer en ingresar fue Baljeet, quien salió contento y vestido como un campesino.

El cuento que escogió y que al parecer le gusto fue el del sastrecillo valiente, pues le gustaba que aunque fuera pequeño, el sastrecillo pudo terminar con un enorme gigante, usando más que nada la cabeza para terminar con él.


El siguiente fue Buford, su cuento favorito era el de Jack y las habichuelas mágicas, pues le gustaba la idea de poder vencer a alguien más grande que él usando simplemente su fuerza, al cortar el largo tallo de la planta para poder hacer caer al gigante. Salió también vestido como un campesino.


El que siguió fue Phineas, quien al parecer su cuento favorito, no era ni nada más ni nada menos que el de Alicia en el país de las maravillas, donde él era el sombrerero loco, pues le gustaba ser creativo, vivir en su propio mundo, donde todo lo que hacia podía ser verdad, donde la imaginación nunca llegaba a su fin. Salió vestido de una forma muy alegre y con un gran sombrero en la cabeza.


La ultima en pasar fui yo, entre y empecé a vivir mi propio cuento de hadas, uno donde siempre podía olvidarme de la realidad y su crueldad.


CONTINUARA<b>